La Inolvidable Noche de Marc Anthony en el Palacio de los Deportes
Marc Anthony encendió el Palacio de los Deportes con una noche de salsa inolvidable, donde la música fue la celebración de la vida.
Por Diego Padilla
Fotos OCESA / César Vicuña
La noche del viernes, viví una experiencia musical inolvidable en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, donde Marc Anthony, el inigualable salsero, nos regaló una noche de ritmo, emociones y tributos que quedará grabada en mi memoria. Su gira “Viviendo” no solo fue un concierto, sino una celebración de la música latina y una oportunidad para rendir homenaje a las leyendas que nos han inspirado.
Desde el momento en que sus músicos tomaron sus lugares y resonaron los primeros acordes de salsa, el ambiente se cargó de una energía palpable. Marc Anthony, luciendo un impecable traje negro y lentes oscuros, apareció en lo alto de una escalinata, desencadenando la euforia de los 17 mil asistentes. Con su sonrisa contagiosa, inició el recorrido musical con “Pa’ allá voy”.
La conexión con el público fue instantánea. Aunque al principio algunos parecían tímidos, el llamado del artista a levantar las manos y unirse al ritmo de “Valió la pena” rompió cualquier barrera. El Palacio de los Deportes se convirtió en una pista de baile gigante, mientras Marc Anthony desplegaba su carisma y movimientos de cadera característicos.
El punto álgido de la noche llegó con el tributo a Juan Gabriel antes de interpretar una versión salsa de “Hasta que te conocí”. Marc Anthony expresó su profundo respeto y agradecimiento al ícono mexicano, compartiendo cómo la música de Juan Gabriel cambió el rumbo de su vida. Fue un momento emotivo que resonó en todo el recinto.
El repertorio variado, que incluyó desde clásicos como “Y hubo alguien” hasta baladas como “Flor pálida”, mantuvo la fiesta en su punto máximo. Cada canción era una invitación a cantar y bailar, y el artista, con su carácter enérgico, se aseguró de mantenernos entregados a cada nota.
El regreso al escenario para interpretar “Tu amor me hace bien” y “Vivir mi vida” fue un epílogo perfecto para una noche inolvidable. Marc Anthony no solo nos brindó su talento excepcional, sino que compartió su admiración por México y la música que ha marcado su carrera.
En resumen, la velada con Marc Anthony en el Palacio de los Deportes fue más que un concierto; fue una celebración de la vida, el amor y la música que nos une a todos. Estoy agradecido por haber sido parte de esta experiencia única que quedará grabada en mi corazón como una de las noches más vibrantes y memorables de mi vida.
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