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Odesza en el Palacio de los Deportes

Odesza en el Palacio de los Deportes

La presentación de Odesza en el Palacio de los Deportes fue mucho más que un simple concierto: fue una experiencia inmersiva que combinó la potencia de la música con un espectáculo visual impresionante.

El retorno de Odesza a la Ciudad de México tras casi cinco años de ausencia fue un evento que prometía ser inolvidable. El dúo estadounidense de música electrónica presentó su espectáculo “The Last Goodbye” en el emblemático Palacio de los Deportes, acompañado de actos teloneros de renombre en la escena del dance, como TOKiMONSTA, The Midnight y Bob Moses. La noche se vislumbraba como una experiencia musical excepcional, pero no comenzó con la fuerza esperada.

A pesar de que el set de TOKiMONSTA incluyó todos sus éxitos, no logró conectar de inmediato con el público que había llegado temprano al recinto. Las gradas lucían notoriamente vacías, lo que contrastaba con la emoción palpable en el aire. Sin embargo, la situación comenzó a cambiar cuando The Midnight salió puntual al escenario. Aunque la audiencia seguía algo apagada, el saxofonista del grupo logró revivir la atmósfera con una actuación deslumbrante, regalando los primeros momentos de baile de la noche.

El Palacio de los Deportes finalmente comenzó a llenarse justo a tiempo para la presentación de Bob Moses, a pesar de un pequeño retraso. Aunque sonaban muy bien, sus canciones no lograron encender por completo al público, que ansiaba la actuación estelar de Odesza. La espera valió la pena cuando, a las 23:00 horas, finalmente llegó el momento esperado. Odesza salió al escenario sobre dos plataformas con escalones a los costados.

Odesza marca su regreso triunfal a México con un espectáculo inolvidable en el Palacio de los Deportes

En menos de quince minutos, el dúo comenzó a derrochar energía con una combinación de música potente y visuales impresionantes. El espectáculo incluyó un juego de luces, láseres, fuego y hasta papelitos de colores que sumergieron al público en un viaje sensorial sin precedentes. Además, Odesza trajo consigo a varios músicos, incluyendo tambores y trompetas, además de invitados especiales como Jack Froggatt de Mansionair, Naomi Wild e Izzy Bizu. Esto añadió una dimensión adicional a la experiencia, haciendo que cada espectador se sintiera parte de algo verdaderamente único.

A pesar de la gran energía en el recinto, algunos espectadores optaron por retirarse antes del final debido a la hora tardía del concierto, un aspecto que quizás debió considerarse en la planificación de los horarios. No obstante, aquellos que permanecieron hasta el último momento vivieron un cierre perfecto con la canción que da nombre a la gira, “The Last Goodbye”. Odesza demostró una vez más que están consolidándose como uno de los actos en vivo más innovadores del mundo del dance, llevando a su audiencia a un viaje inolvidable de música y visuales hipnotizantes.

En resumen, la presentación de Odesza en el Palacio de los Deportes fue mucho más que un simple concierto: fue una experiencia inmersiva que combinó la potencia de la música con un espectáculo visual impresionante. El dúo estadounidense dejó una huella imborrable en la escena del dance en México, consolidándose como líderes indiscutibles de la innovación en los escenarios en vivo. A pesar de algunos desafíos logísticos, aquellos que se quedaron hasta el final se llevaron consigo recuerdos inolvidables de una noche mágica e inolvidable.

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