

La película La hora de la desaparición (Weapons, en su título original), dirigida por Zach Cregger, ha generado gran conversación por su inquietante trama que mezcla horror psicológico, suspenso sobrenatural y referencias a casos reales de desapariciones infantiles.
La historia se desarrolla en el pueblo ficticio de Maybrook, donde 17 niños desaparecen simultáneamente a las 2:17 de la madrugada. Las cámaras de seguridad muestran cómo los menores salen de sus casas con los brazos abiertos y una expresión ausente, como si siguieran una fuerza invisible. Nadie sabe hacia dónde fueron ni qué les ocurrió.
Protagonizada por Julia Garner y Josh Brolin, la cinta no se limita a narrar la desaparición, sino que explora el impacto posterior en la comunidad, las investigaciones desesperadas y los fenómenos extraños que surgen, llevando a los personajes a enfrentar verdades que desafían la lógica.

Inspiración en leyendas y casos reales
Aunque la historia es ficticia, Zach Cregger confirmó que se inspiró en leyendas urbanas y en investigaciones de casos reales de desapariciones infantiles. Entre sus influencias destaca la leyenda del Flautista de Hamelín, donde un misterioso hombre hipnotiza a los niños para llevárselos sin dejar rastro, y cuya atmósfera se refleja en el trance que sufren los pequeños de Maybrook.
Cregger también mencionó que parte del guion surgió como una forma de procesar una tragedia personal:
“Alguien muy, muy cercano a mí murió repentinamente… empecé a escribir Weapons no por ambición, sino como una forma de afrontar mis emociones”, explicó en entrevista.
El director investigó casos como la desaparición de Madeleine McCann (2007), la de Etan Patz (1979) y la misteriosa pérdida de los hermanos Sodder (1945), todos sin resolución definitiva. Además, el filme alude a teorías sobre el proyecto MK Ultra y al pánico moral del “Satanic Panic” en los años 80.
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Un thriller que incomoda y atrapa
La actuación de Julia Garner como la maestra Justine Gandy, señalada injustamente por la comunidad, añade un fuerte componente emocional. La cinta explora cómo, en medio de la desesperación, una sociedad busca culpables incluso sin pruebas, reflejando dinámicas de paranoia colectiva.
La hora de la desaparición combina crítica social, horror metafísico y tensión constante, consolidándose como una de las propuestas más provocadoras del año. Aunque no es una historia 100% real, sus raíces en hechos verídicos y leyendas escalofriantes hacen que la línea entre ficción y realidad sea inquietantemente delgada.