
Daniel Divinsky, el icónico editor de Mafalda y figura fundamental del mercado editorial argentino, falleció a los 83 años, víctima de complicaciones renales. Su legado trasciende la publicación de la obra de Quino, ya que fue un impulsor clave de autores como Rodolfo Walsh, Fontanarrosa, Maitena y Liniers, a través de su emblemática Ediciones de la Flor.
Desde su fundación en 1966, Ediciones de la Flor se convirtió en sinónimo de libertad creativa, humor gráfico y compromiso social. Bajo la dirección de Divinsky, el sello publicó obras esenciales como “Operación Masacre” y lanzó al estrellato a Mafalda, cuyas ediciones iniciales alcanzaban tiradas de 200 mil ejemplares. La visión de Divinsky rompió moldes, apostando por traducciones al “porteño” y seleccionando títulos guiado por su instinto y pasión.

La vida de Divinsky estuvo marcada por la resistencia. Durante la dictadura militar fue encarcelado por la publicación de un libro infantil, lo que lo obligó al exilio en Venezuela. Desde allí, continuó su labor editorial, mientras expandía su influencia en medios culturales.
A lo largo de su trayectoria, recibió múltiples reconocimientos, como el Premio Orfila Reynal y menciones del Senado argentino. Sin embargo, su mayor satisfacción fue “reconocer nuevos autores” y verlos triunfar.
Por decisión familiar, no habrá velorio, sino una ceremonia íntima de cremación. Sus cenizas serán esparcidas en el Río de la Plata, cumpliendo su última voluntad.
Con su partida, Argentina pierde a uno de sus editores más audaces, un defensor de la cultura popular que siempre apostó por la irreverencia y la autenticidad.