
Sydney Sweeney se ha convertido en el rostro omnipresente de la publicidad. Desde helados hasta jeans, pasando por teléfonos y productos de belleza, la actriz de Euphoria y The White Lotus encabeza una lista interminable de campañas. Su más reciente colaboración con American Eagle, con un juego de palabras entre “genes” y “jeans”, desató polémica en redes sociales, donde fue acusada de reforzar estereotipos y atender a la “mirada masculina”.

Sin embargo, más allá de la controversia, el fenómeno Sydney Sweeney campañas de publicidad no muestra signos de desaceleración. Actualmente es embajadora de Miu Miu, Armani Beauty, Laneige, HeyDude, Kérastase, Bai, y fue imagen de Dr. Squatch. La actriz ha sido clara: su participación en múltiples proyectos no es solo por exposición, sino una necesidad económica. “Si solo actuara, no podría permitirme vivir en Los Ángeles”, declaró a The Hollywood Reporter, refiriéndose a los bajos pagos en la era del streaming.
Para las marcas, Sweeney representa un equilibrio perfecto entre aspiracional y accesible. Puede ser sofisticada con Armani, fresca con Laneige y juvenil con American Eagle. Este “efecto camaleónico” la convierte en una apuesta segura para atraer a la generación Z.

Mientras algunos usuarios en redes la acusan de “sobreexposición”, los números cuentan otra historia: las acciones de American Eagle subieron 10% tras su campaña y HeyDude reportó excelentes resultados. Para las marcas, Sweeney sigue siendo sinónimo de éxito.
La gran pregunta es: ¿cuándo se cruza la línea de la saturación? De momento, Sweeney sigue capitalizando su imagen en una industria donde la relevancia es efímera.