

La tormenta tropical Erin se formó este lunes en el Atlántico y, según los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), podría convertirse en el primer huracán de la temporada. El fenómeno meteorológico se localiza a unos 960 kilómetros al oeste de Cabo Verde y se desplaza en dirección oeste, manteniendo vientos máximos sostenidos de 75 km/h y una velocidad de traslación de 33 km/h.
A pesar de su rápido desarrollo, por el momento no se han emitido avisos ni advertencias para territorios cercanos. Sin embargo, su paso por la “principal región de desarrollo” del Atlántico tropical —zona que se extiende desde la costa occidental de África hasta el Caribe— podría aumentar su intensidad en los próximos días.

Trayectoria y condiciones actuales
De acuerdo con el NHC, Erin continuará su desplazamiento hacia el oeste durante gran parte de esta semana. Esta ruta la llevará a cruzar aguas con condiciones favorables para el fortalecimiento, como temperaturas cálidas en la superficie del mar y baja cizalladura del viento.
Actualmente, Erin es la quinta tormenta tropical nombrada en el Atlántico en 2025, después de Andrea, Barry, Chantal y Dexter. Ninguna de las anteriores alcanzó la categoría de huracán, lo que hace que este sistema despierte mayor atención entre meteorólogos y autoridades.
La “principal región de desarrollo” donde se encuentra ahora es conocida por ser un corredor natural para sistemas tropicales que, con las condiciones adecuadas, pueden intensificarse rápidamente antes de llegar al Caribe o el Golfo de México.
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Posible evolución y monitoreo
Aunque todavía es temprano para determinar con precisión su impacto, los especialistas advierten que Erin podría intensificarse y alcanzar la categoría de huracán a mediados de semana. De concretarse, se convertiría en el primero de la temporada del Atlántico 2025, que oficialmente inició el 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre.
Por el momento, el NHC recomienda a la población y autoridades del Caribe y la costa este de Estados Unidos mantenerse atentas a los boletines oficiales. En esta etapa inicial, la vigilancia temprana es clave para activar protocolos de prevención en caso de que la trayectoria cambie y represente un riesgo para zonas pobladas.
En los próximos días, se espera que el NHC actualice la información con imágenes satelitales, proyecciones de ruta y estimaciones de intensidad, datos fundamentales para la toma de decisiones en regiones vulnerables.