
La película El Chanfle, dirigida y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños en 1979, se convirtió en un parteaguas para el cine popular mexicano. Más allá del entrañable humor que caracterizaba a Chespirito, la cinta sobresalió por trasladar el universo televisivo a la pantalla grande, con una narrativa que conectó con el público de manera inmediata. Uno de los elementos más destacados fue el papel protagónico de Florinda Meza, quien interpretó a “Tere”, la esposa del personaje principal.

Este personaje marcó un antes y un después en la carrera de Meza, ya que dejó de lado sus roles cómicos tradicionales como Doña Florinda o la Popis para dar vida a una mujer empática, trabajadora y tierna. Tere es una mujer embarazada que, junto a su esposo —el humilde utilero del Club América interpretado por Gómez Bolaños—, enfrenta adversidades económicas y personales. Su interpretación aportó una carga emocional significativa a la comedia, equilibrando el humor con momentos de humanidad y sensibilidad.
Un personaje que rompió con su imagen tradicional
Lejos de sus conocidas interpretaciones como Doña Florinda o la Popis, Meza encarnó a una mujer empática y de clase trabajadora, cuyo embarazo impulsa gran parte de la trama cómica y emotiva. Su química con Gómez Bolaños fue clave para reflejar una pareja entrañable que enfrentaba desafíos económicos con cariño y humor.

Un elenco icónico y un escenario realista
El Chanfle no solo destacó por su historia, sino también por reunir al elenco clásico del universo Chespirito: Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Rubén Aguirre, Ramón Valdés, Edgar Vivar y Angelines Fernández. La filmación tuvo lugar en escenarios emblemáticos de la Ciudad de México, incluyendo el Estadio Azteca, lo cual añadió un toque de autenticidad al contexto futbolístico de la trama.
El éxito de la película fue tal que dio lugar a una secuela, El Chanfle 2, y consolidó a Gómez Bolaños como una figura clave del entretenimiento latinoamericano. Para Florinda Meza, El Chanfle fue su primer papel protagónico en cine, que reveló una faceta más íntima y profunda de su capacidad actoral, quedando grabada en la memoria colectiva del público.