Él Mató a un Policía Motorizado llegó a la CDMX este 14 de noviembre, y ofreció un increíble concierto que dejó a todos los presentes con ganas de más.
Por Kevin Zamudio
No importa cuál sea su ocupación, los argentinos logran sentirse en casa cuando salen de su país. Por eso a nadie sorprendió que temas de ‘Prietto viaja al Cosmos con Mariano’ sonaran de fondo mientras la banda de La Plata, Buenos Aires, ‘Él Mató a un Policía Motorizado’, se alistaba para pisar el escenario.
Hasta que las luces blancas cedieron paso a unas de color mandarina, idéntico al de la cubierta de ‘Súper Terror’, su más reciente producción y la razón de que la banda esté en México.
Entre gritos iniciaron los primeros acordes de “El Magnetismo”, y quedó establecido el tono: esta sería una velada dedicada a la melancolía. “A lo que estuvo a punto de ser y se derrumbó, a los amigos, amores y mascotas (que también son amigos y amores) qué no están más. A todo lo que nos hace decir ‘Hey, ¿dónde estás?'”, dijeron.
Santiago Barrionuevo, Guillermo Willy Díaz, Manuel Sánchez, Gustavo Monsalvo y Agustín Spasoff no necesitan más parafernalia que una pantalla con fragmentos de videos y animaciones. Su space rock cumple su cometido, sacándonos de este universo y llevándonos al suyo. Y es que “Tantas Cosas Buenas” y “Más o menos bien”, parecen haber sido solo creadas para esta noche.
“¿Están bien?”, pregunta Santiago, y el grito al unísono deja patente lo cómodos que están entre banda y audiencia. “Qué bien estar bien”, responde antes de que El tesoro llevando la noche al punto más alto. Entre el público nadie se molesta en disimular abrazos y cantos al oído. Y es que “esta noche es especial”, como a continuación cantarían en “La noche eterna”.
Los asistentes no querían que el concierto de ‘Él Mató a un Policía Motorizado’ terminara
La banda necesitó hacer un bis y nada más. Los clamores de una canción más eran únicamente superados por un “¡Sí!”, colectivo cuando los músicos preguntaban “¿Una más?” Hecho que se repitió tres veces; nadie quería que eso terminara.
El carisma de Santiago parece rebasar a sus compañeros, pero en realidad es lo que sirve de puente entre la discreción de la banda con la audiencia.
Por eso ninguno de ellos pierde la calma cuando, durante un problema técnico hacia el final del show, este agradece a México por “hacerse presente en esta linda noche de primavera”. Y es que en Argentina es primavera en esta época del año. Pero ellos no se enteran. Tampoco el público. Por ese momento se está en Buenos Aires, la Ciudad de México y “Más allá del universo” al mismo tiempo.
Las manos agitadas hacia adelante al ritmo de cánticos de futbol. Los “¡Sale, Santi! y “Aguante Él Mató” que brotan entre el público fueron la muestra de que por poco más de horas, el Teatro Metropólitan se convirtió en un enclave argentino y los músicos, al mismo tiempo, en ciudadanos mexicanos. Con una noche así, ¿de verdad alguien pensaría en un segundo plan?
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